lunes, 13 de julio de 2009

Volando con las 'Gaviotas'


Fuera de las obras de García Márquez, algunos trabajos de Laura Restrepo o de las publicaciones de arte sobre Fernando Botero, las librerías de los Estados Unidos carecen de textos sobre Colombia. Cuando se encuentran algunos libros, su temática por excelencia gira entorno a los flagelos del narcotráfico y el
terrorismo de izquierda o de derecha.

Es innegable que esos temas han estado presentes en la historia reciente de Colombia, pero sin duda han impedido que otros aspectos y experiencias valiosas de nuestro país sean conocidos por el mundo. Por eso, es un orgullo que el escritor Alan Weisman, quien publicó el best seller El mundo sin nosotros, se ha aventurado a sacar al mercado una edición de décimo aniversario de su libro 'Gaviotas: una comunidad para reinventar el mundo', publicado en 1998.

Lo que hace el libro extraordinario es que, diez años después de su primera edición, describe la evolución del sueño que Paolo Lugari empezó a construir en 1971. Un proyecto que con idealismo y ganas de desafiar el pensamiento convencional, se materializó en construir una comunidad eco sostenible en las complejas condiciones del Vichada.

Se trata de una comunidad en la que conviven sin distinciones científicos, indígenas, estudiantes y campesinos, con el único propósito de explorar medios sostenibles de convivir con el medio ambiente. En sus casi treinta y siete años de existencia Gaviotas ha logrado éxitos rotundos. Por un lado, se han sembrado más de seis millones de árboles donde predomina el Pino Caribeño y como lo ha denominado el Zero Emissions Research Initiative-Zeri- se ha reescrito la historia de las ciencias forestales, por la forma en la que superaron las dificultades de suelos para este tipo de cultivos. Como si fuera poco la resina de los árboles sembrados es convertida en colofonia, un material demandado por la industria de pinturas y papelería y que ya es comercializado exitosamente al sector privado.

Entre los logros adicionales de esta comunidad están los sistemas de protección y recuperación de biodiversidad, la producción orgánica de alimentos, el desarrollo de tecnologías para la generación de energía, la preservación de culturas indígenas, la puesta en marcha de negocios ambientalmente responsables que han generado empleo, la protección de las fuentes de agua y alcanzar el autoabastecimiento energético.

Pero el encanto de esta aventura también radica en la forma como se aproximó a la historia. Lugari y los científicos que emprendieron esta marcha han sido unos verdaderos visionarios. Su experimentación con paneles solares, sistemas eólicos y hábitos de organización comunitaria iniciados hace más de veinte años son ejemplos para el mundo. No en vano el Zeri les otorgó hace más de una década el premio en cero emisiones y publicaciones como Mother Jones y Business 2.0, han catalogado a Gaviotas como un experimento para repensar la forma en la que interactuamos con el medio ambiente.

En la actualidad, esta comunidad continúa explorando con nuevas tecnologías y cuenta con organizaciones académicas internacionales interesadas en apoyar sus proyectos. El mundo hoy más que nunca tendrá que repensar sus hábitos y Gaviotas, una idea hecha con el ímpetu colombiano de sobreponerse a las adversidades, está sirviendo de ejemplo para hacerlo. Da orgullo ver a escritores del renombre de Weisman manteniendo fresca su idea de la verdadera Colombia, la que desprecia la ilegalidad y no se cansa de luchar por sus ideales, pues como dice Lugari "quien no sueña, ya se durmió".

ivanduquemarquez@gmail.com

Iván Duque Márquez

Más informacion en ::: http://www.friendsofgaviotas.org/:::

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